Decisiones difíciles.
Muchos líderes evitan comunicar “decisiones difíciles” por temor a molestar o perder estatus frente a su equipo. Sin embargo, postergar estas decisiones puede causar más daño del que se intenta evitar. En Serenty, como consultores de empresarios y directivos, hemos identificado las tres excusas más comunes para posponer la comunicación de decisiones difíciles. Es crucial comprender las consecuencias de estas excusas y trabajar para evitarlas.
Excusas en la toma de decisiones.
Excusa 1: “Estoy siendo considerado con los demás”.
Algunos empresarios temen tomar decisiones complicadas o polémicas para evitar decepcionar a su equipo. Sin embargo, evitar la comunicación de estas decisiones solo genera confusión y desconfianza. Por ejemplo, si se realizan recortes presupuestarios en un departamento sin informar al equipo, esto provocará problemas y pérdida de confianza. Postergar la comunicación solo lleva a peores decisiones y deja poco tiempo para encontrar alternativas.
La consecuencia más significativa es que el líder pierde la oportunidad de desarrollar la capacidad de resistencia del equipo frente a desafíos difíciles. En lugar de aprender a encontrar soluciones creativas, el equipo se siente desmoralizado y confundido por la falta de transparencia del líder. Esto envía el mensaje de que las malas noticias no deben ser discutidas abiertamente.
Excusa 2: “Estoy comprometido con la calidad y la precisión”.
Los líderes enfrentan la ambigüedad en entornos cambiantes, lo que lleva a decisiones con implicaciones a largo plazo. El temor a equivocarse y parecer incompetente puede generar ansiedad. Sin embargo, tomar medidas con datos incompletos es parte del trabajo de un directivo. A veces, solo se puede evaluar la “corrección” de una decisión mucho después de tomarla.
La consecuencia de esta excusa es que se enseña al equipo a evitar los errores a toda costa y a priorizar el análisis exhaustivo en lugar de la acción efectiva. Los líderes deben asumir riesgos calculados y aprender de los errores. La ansiedad ante la toma de decisiones distorsiona la realidad, y es mejor que el equipo vea cómo enfrentarla en lugar de intentar evitarla.
Excusa 3: “Quiero que me vean como una persona justa”.
En un mundo donde los líderes temen ser considerados duros o injustos, a menudo evitan tomar decisiones difíciles que diferenciarían a los mejores trabajadores de los demás. Evitar abordar el bajo rendimiento o reconocer el excelente trabajo de los empleados más destacados es injusto e irrespetuoso. Diferenciar los niveles de rendimiento es parte del trabajo de un líder y fortalece la meritocracia.
No abordar estas decisiones socava el rendimiento y crea una falsa sensación de igualdad en el equipo. Es injusto para los empleados de alto rendimiento y cruel permitir que los de bajo rendimiento compitan en roles para los que no están preparados. Ser honesto sobre las diferencias en el rendimiento no compromete el nivel básico de respeto y fortalece la confianza en el líder.
Conclusión.
Como empresario y directivo, la forma en que enfrentas las decisiones difíciles moldea la cultura de toma de decisiones de tu organización. Aprende de las lecciones presentadas en este artículo y trabaja para evitar estas excusas. Si necesitas más ayuda, estamos aquí para asistirte.
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